Fui la rosa que cortó la espina
Cuando usted elegante vago se acerco fingiendo un amor repentino
Seduciendo cada arte de mi alma y descifrando cada uno de mis gustos.
Fue ese sosegado hombre quien exhorta a sentir su furia
Cuya ansia estimula el cuerpo
Ya ha pasado un largo tiempo
Desde que partió sin rumbo de mi lado
Pero le confieso honorable vago
Que de usted me eh enamorado
Que lo pienso día y noche y no espero la mañana sin un beso a su mejilla
Aunque sea solo un deseo que en vano pasa diariamente
El amor de mi vida es un hombre que se aleja día a día sin motivo
No hay registro de aquel prófugo
Cabe duda en mi cabeza de la razón decepcionarte que causa tal delirio
Al convertir un tierno abraso en un romántico suicidio.
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